La gente necesita a los monstruos

29 septiembre



El olor del odio es la muerte. Un nuevo golpe para la inspectora de policía Ana Arén, el personaje protagonista nacido de la pluma de la televisiva periodista Carme Chaparro


Carme Chaparro ha decidido no darle respiro a la inspectora Ana Arén.

Tras resolver dos casos distintos, pero en similares circunstancias, la desaparición de los pequeños Nicolás y Kike, Arén está destrozada. Tanto como su otrora amiga, la periodista Inés Grau, madre de Kike.

No soy un monstruo, Premio Primavera de Novela 2017, una novela policíaca arquetípica, fue la primera obra de la periodista catalana Carme Chaparro. Allí, en una obra que duele y remueve, nos presentó a una inspectora de policía que tuvo que poner todos los sentidos y lidiar con todos sus sentimientos para encerrar a la persona que sesgó la vida de varios pequeños.

En esta ocasión, Ana Arén debe enfrentarse a otro nuevo reto policial y emocional: el asesinato de una de las mujeres más famosas de España: Moniza Spinozza, la duquesa de Mediona, una de las mujeres más conocidas del país por la gran exposición que hace de su vida en los medios de comunicación. Una aparente única muerte que parece arrastrar demasiado tras de sí.

Arén se reincorpora a su puesto el día de Navidad tras pasar una gran depresión. Sin embargo, su superior no le pone las cosas fáciles y le otorga un nuevo puesto, un regalo envenenado: Arén pasa a ser la inspectora jefa de Homicidios. Algo que con una muerte tan televisiva como la de Spinozza y las que están por venir la colocan inevitablemente en el centro del foco mediático.

En algunos momentos, la trama se frena en seco para descubrir la voz del asesino, quien destila a poco a poco cómo es la química del odio. Su ideario. Sus motivos.

«De los asesinos se aprende que a la gente le encantan los monstruos, aunque lo que pasa es que la gente necesita a los monstruos. Verlos. Reconocerlos. (...) Porque si ahí, frente a ti, hay un monstruo, eso significa que tú no lo eres».

Demasiados personajes y demasiados giros dejados capítulo tras capítulo y el no querer olvidarse de momentos históricos ni docmentales hacen que La química del odio se entrastabille un poco.

Aunque siempre con un mantenimiento controlado del suspense, Chaparro no suelta hueso, ni con sus personajes, ni con los guiños periodísticos, ni con las tramas, ni con los mensajes internos: poner en alza el poder femenino y revelar que los monstruos en muchas ocasiones, no son lo que creemos que son.





 La química del odio
 Autor: Carme Chaparro
 Editorial: Espasa
 Páginas: 412








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