Un compendio de tres delicadas novelas perfilan con elegancia la vida y el estilo prosístico de madame Colombe

Algunas lecturas te regalan, de forma inesperada, a un escritor o escritora que sabes que se acaba de convertir en uno de tus favoritos. Sin más, eso es lo que me ha pasado con Colombe Schneck gracias a La trilogía de París. Elegante, inteligente, delicada, interesante, cautivadora... sencillamente, me he quedado enamorada de su forma de escribir. Schneck tiene el je ne sais quoi francés al que, irremediablemente, caemos rendidos. De qué forma más sabia la editorial Lumen ha sabido tener en su haber a esta belleza de pluma.

La obra recoge tres novelas de la escritora, periodista y documentalista francesa. Diciesiete años (2015) es su visión al fin liberada del aborto. Dedicado a Annie Ernaux, quien la inspiró para verbalizar este difícil proceso en el que Schneck relata el camino desde la despreocupación de una adolescente burguesa parisina con una familia liberal, a la presión, culpabilidad y dolor en su madurez por no haber dejado expresarse a sus emociones y haber conocido al futuro bebé de ese embarazo sorpresa antes de la mayoría de edad con su primer novio.

Dos pequeñas burguesas (2021) arranca con la enfermedad y el fallecimiento de Héloïse, amiga de Colombe desde la infancia. Admiración, envidia, compañía, anhelos, secretos, familia, hijos e infidelidades, competencia, miedos, viajes...Múltiples etapas y emociones en una amistad entre dos mujeres aparentemente iguales, pero tan distintas en realidad, que supieron cuidar durante más de 40 años hasta que Colombe pierde un ser esencial y su existencia se oscurece. Obra central de La trilogía de París, no es casualidad que la pieza tenga esa ubicación: como la amistad en la vida, es vínculo, unión y perfila nuestra personalidad.

El libro finaliza con La ternura del crol (2019), que es la relación de amor que vive con Gabriel, un antiguo conocido de la época del colegio, con el que se reencuentra décadas más tarde y con el que, además de a amar pasionalmente, aprende a nadar. La exquisitez en los movimientos bajo el agua de Colombe se entrelaza con su noviazgo y con la enseñanza vital de liberación que aprende de él.

El nexo común de las tres obras no es otro que la mujer a través de la vida y los recuerdos de la propia Colombe Schneck. Quizá, más que las historias en sí, que también, lo que nos atrapa es esa prosa deslumbrante, esa maravillosa forma de escribir, con musicalidad en sus dedos, donde las palabras son como una melodía perfectamente afinada, que nos envuelven página a página y donde no deseamos dejar de leer. Disfruten mucho de Schnech.