Doce concursantes en un ‘reality’ de supervivencia. ¿Os suena? Lo que arranca siendo un programa de televisión de entretenimiento cambia drásticamente a los pocos días de su grabación.

Alexandra Oliva pone el listón bastante alto con su primera novela, titulada ‘The last one’, cuya traducción más ajustada y acertada no sería ‘Estás sola’, sino: ‘La última’. Sí, en femenino, porque es ella, Zoo, quien ‘gana’. Tranquilos, que no he hecho ningún ‘spoiler’, ya que en el segundo capítulo sabemos quién es nuestra protagonista.

La joven escritora se ha involucrado con su opera prima hasta el punto de cumplir un duro curso que proporciona conocimientos de superviencia en el desierto. Conocido como ‘B.O.S.S’ (Boulder Outdoor Survival School), vivió durante días sin comida, con el agua justa, acampando al descubierto... en el desierto de Utah. Una experiencia desafiante que sin duda le debió ayudar a escribir ‘The last one’.

Doce concursantes, a los que despojan de su nombre de pila para darles otro relacionado con una característica profesional (Biología, Camarera, Fuerza Aérea, Médico Negro,...) en una selva inhóspita, varios retos y tres premios en metálico, pero un solo ganador: un cheque con más de seis ceros para él y el honor de ser el que aguante hasta el Desafío final.

Mientras ellos compiten, en el mundo real algo empieza a fallar. Sólo se visualiza el capítulo piloto y algunos episodios más, ya que a las pocas semanas la gente empieza a enfermar de forma repentina... pero Zoo se desmarca y sigue concursando en solitario. Los capítulos narrados en primera persona por Zoo, en su visión dentro del juego, contrastan con el resto, que nos exponen la realidad. Incluso hay algunas separaciones en las que vemos opiniones de telespectadores en un foro.

Cada uno de los concursantes tienen un motivo por el que concursar: por dinero, por orgullo, por adrenalina y Zoo por miedo a dar un pasos importante en su vida. Felizmente casada y con un trabajo estable, planea en el ambiente la palabra ‘bebé’. Algo que ilusiona a su marido, pero que en Zoo no parece estar tan claro. Por ende, se apunta al concurso, según dice, para vivir una última aventura antes de embarcarse a formar una familia. Lo que siente, en realidad, es la necesidad de huir de un planteamiento del que no está nada segura querer vivir.


Si sois tan fans de la serie ‘Lost’ como servidora, estoy segura que os teletransportaréis en algunos momentos a la isla, aunque ella no tenga la suerte de compartir aventuras con Jack, Locke o Sa-wyer como la Kate a la que en momentos me recordaba una Zoo que también podría ser Katniss Everdeen, de ‘The Hunger Games’.

Escapar de la realidad no será tan fácil como pronunciar la frase con la que puedes abandonar el concurso: y aquí volvemos al inicio, volvemos al titular.